Sumario del 2017

El año pasado miré alrededor de ochenta películas. Algunas repetidas, aunque la gran mayoría inéditas y no necesariamente del 2017. Fueron meses donde le entré de lleno a las filmografías de Theo Angelopoulos y sobre todo Denis Villeneuve. Con el griego decidí estrenarme con La mirada de Ulises (1995) a mitad de año, protagonizada por Harvey Keitel quien busca un rollo de celuloide perdido durante años. Un viaje a través de los decadentes países de la Europa del este tras caída de la URSS, que lo llevará hasta los Balcanes durante la guerra. Igual de fascinante y conmovedora resultó Paisaje en la niebla (1988), en la cual dos niños emprenden un viaje a Alemania en busca de su padre. Hacen una travesía no exenta de malas experiencias y de ayuda desinteresada. El apicultor (1986), El paso suspendido de la cigüeña (1991) las protagoniza un Marcelo Mastroianni en la recta final de su carrera. La eternidad en un día (1998) y Las arenas del tiempo (2008) fueron otros dos títulos vistos donde destaca otro importante actor europeo como Bruno Ganz. Todavía hay otras películas pendientes de Angelopoulos. Un cine que resulta bien pausado, con tomas largas en las que da prioridad a la composición de la imagen. Retrata a su país con cierta nostalgia y amargura. La noción de un territorio infinito en historia.
Con Denis Villeneuve distribuí su filmografía a lo largo del año, aunque previamente había visto Sicario (2015), un filme transfronterizo que muestra una visión desengañada de la guerra contra las drogas. El canadiense despertó curiosidad al ser el director escogido para realizar a la continuación de Blade Runner. Conocía por primera vez el Cine Magaly en enero para ver Arrival (2016), ciencia ficción en la que Amy Adams hace de una lingüista quien intenta entablar contacto con alienígenas. Ante la desconfianza de otros científicos y militares. Es una película de enfoque intimista que no se priva de acción en momentos puntuales. Llega a evocar al panteísmo cinematográfico de Terrence Malick, acentuado en una popular melodía de Max Richter al inicio y final del filme. Una de mis favoritas del año.
Con buen ánimo seguí con las películas de Villeneuve. Maelström (2000) es una historia de aires fantasiosos que se podría hermanar con el Amelie de Jean-Pierre Jeunet. Polytechnique (2009) recrea sin morbo una masacre de estudiantes en una universidad deMontreal en1989. Un fino blanco y negro que se pone en la perspectiva del victimario, víctima y testigo. Incendies (2010) ambienta un complejo drama familiar en Canadá y un país de Oriente Medio el cual se intuye que es Líbano. Está basada en una obra teatral de aires clásicos sobre una búsqueda que lleva a una amarga verdad. Película en la cual no es fácil mostrarse indiferente. Villeneuve se adentra a Hollywood sin muchas concesiones con Prisoners (2013) y Enemy (2014), dos películas de intriga protagonizadas por Jake Gyllenhaal.
Con mayor o menor recurso el cine de Denis Villeneuve pasa los controles de calidad. Películas caracterizadas por una sobriedad que no se saturan con melodramas innecesarios. Empleo de un discreto uso de la música, salvo en momentos donde es necesario darle importancia. Por eso aún resuenan You and whose army? y On the nature of daylight luego de ver Incendies y Arrival respectivamente. La cinematografía resulta importante, aún para recrear oscuros y claustrofóbicos ambientes que reafirman la individualidad de los personajes. Por éstas y otras virtudes resulta elegido para hacer la continuación de la película realizada por Ridley Scott. Filma Blade Runner 2049 secundado con un talentoso equipo de producción tras las cámaras, mientras que frente a ella cuenta con actores consolidados y emergentes. El tiempo dirá que tan relevante será la secuela de Blade Runner, pero si se puede afirmar con propiedad que Villeneuve no renuncia a su caligrafía. Si la banda sonora de Vangelis fue lo más evocador de la cinta de 1982, en 2017 sería la dirección de fotografía de Roger Deakins.
En un espectro más variado títulos destacar la trilogía francesa de Krzysztof Kieślowski, de quien anteriormente había visto La doble vida de Verónica (1993). El polaco es otro que merece ahondarse en sus películas. Éste fue un año donde observé los recientes filmes de Jim Jarmusch y Aki Kaurismäki, cineastas hermanados en retratar de forma particular figuras marginadas. Jarmusch quizá ha convencionalizado sus texturas, pero no así su lenguaje. Con Paterson (2016) vuelve a reivindicar personalidades cotidianas y poco relevantes en la teoría. Vemos un chofer de bus (Adam Driver) con convicción de poeta que no cae en las absurdas pretensiones del gremio artístico. Metódico en su trabajo literario sin alterar la rutina que le da de comer. En El otro lado de la esperanza (2017) el finlandés ahonda el tema de los refugiados de oriente medio mediante su particular humor. Por ésta película Kaurismäki ganaría el Oso de Oro en la Berlinale, recibiendo el premio de la forma parca e irreverente que lo caracteriza.
Hell or High Water (2016) es un western contemporáneo con crítica social, en el cual dos hermanos van atracando bancos por el Oeste de Texas. Destaca un crepuscular Jeff Bridges haciendo de un sheriff a punto de retirarse lidiando con último caso y en los motivos que lo mueven. Siguiendo en el sur de EE.UU. pero más al Este destacar también Shotgun Stories (2007), la opera prima de Jeff Nichols. Es la disputa entre dos grupos de medios hermanos que tras la muerte del padre aviva el resentimiento social de un lado. Michael Shannon protagoniza el filme, actuando prácticamente de gratis y desde entonces ha trabajado en todas las películas de Nichols. Shotgun Stories es un digno retrato de los llamados rednecks o white trash ninguneados por la oportunista clase alta y el progresismo elitista.
También hubo cine en español que valió la pena. Cría Cuervos (1976) de Carlos Saura es un entrañable y un tanto perturbador relato de infancia. Salen Geraldine Chaplin en un doble papel, una jovencísima Ana Torrent y la canción Por qué te vas de Jeanette que se pasa tarareando en la película. En 2017 murió Basilio Martín Patino, un cineasta español que no conocía el cual despertó interés tras ver un reportaje. Nueve cartas a Berta (1966) fue parte del cine contestatario que se hacía durante la España franquista. Lorenzo (Emilio Gutierrez Caba) vuelve de estudiar en Inglaterra donde conoció a Berta, una hija de padres exiliados que nunca ha ido a España. No vemos a Berta, pero si los monólogos de un Lorenzo que detalla el país de sus padres. Un mundo lento en asimilar cambios donde se siente fuera de lugar. Basilio Martín Patino haría en 1985 Los paraísos perdidos, donde continuaría con esa evocación retratada en Nueve cartas a Berta.

Muy diferente al cine el 2017 fue un año un tanto pírrico con las series. De todas maneras hay títulos que destacar. Rome (HBO, 2005–07) fueron dos temporadas que recrean la transición de Roma de república a imperio, desde la perspectiva de dos personajes: Lucius Vorenus (Kevin McKidd) y Titus Pullo (Ray Stevenson). Opuestos en personalidad, pero hermanados por las circunstancias. Vikings (History, 2013- ) va por las dos primeras temporadas las cuales cuentan el ascenso de Ragnar Lothbrok (Travis Fimmel). Entusiasma por sus locaciones, trama no exenta de imprevistas alianzas y traiciones, además que desde un punto de vista histórico despierta curiosidad en ahondar sobre esa bárbara y sagaz civilización nórdica. Me quedo personalmente con una vital escena donde Ragnar se encuentra por primera vez con el monje Athelstan (George Blagden) en el monasterio y le pregunta por qué decide proteger un libro en vez del oro. Una lección que aún siglos después se suele olvidar.
The Handmaid’s Tale (Hulu, 2017) no resultó una serie cómoda de ver, pero es una lograda construcción de una distopía en la cual los EE.UU. se rige como en el Antiguo Testamento. Un futuro afectado por la infertilidad y en un constante toque de queda. Offred (Elizabeth Moss) es una de las criadas, mujeres ataviadas de rojo que son las únicas capaces de procrear. Al servicio de un líder influyente está en una intensa vigilancia que uno como espectador no se siente capaz de aguantar. Los capítulos van alternando bien la historia lineal mediante oportunos flashbacks que van dosificando detalles del mundo recreado. La serie está inspirada en un libro del mismo nombre escrito por Margaret Atwood.
El pedestal más alto para éste año queda para Mindhunter (Netflix, 2017), un drama criminal que cuenta con la co-autoría de David Fincher. El autor de películas como Se7en (1995) y Zodiac (2007) quien dirige cuatro de los diez episodios emitidos. Ambientado en los años setenta trata sobre agentes del FBI encargados en estudiar conductas criminales con asesoría académica. Holden Ford (Jonathan Groff) y Bill Tench (Holt McCallany) viajan por las prisiones de EE.UU. para entrevistarse con asesinos seriales y grabar sus testimonios. Al mismo tiempo que van capacitando a los policías sobre el tema y resolviendo algunos crímenes. Resulta una serie más que interesante por ver cómo una institución como el FBI se va alejando de los postulados punitivos de Edgar Hoover para enfrentar el crimen desde la parte psicológica. Algo que el resto de funcionarios de la institución no asimilan a las primeras.

La lectura digital y en papel recayó en 32 libros los cuales abarcaron 6600 páginas aproximadamente. Empezaba el año leyendo una recopilación de columnas de Arturo Pérez-Reverte para la revista XL Semanal entre 2012 al 2015. En tiempos donde las maneras políticamente correctas se ven cortas en perspectiva y bordean la irracionalidad, las columnas dominicales de Reverte resultan un placer cada vez menos culposo. Las temáticas que detalla en textos de otros resultan más o menos aburridas, pero en el caso de Reverte (corresponsal de guerra antes que novelista) enganchan bastante por recurrir a irónicas anécdotas históricas o personales. En sus Patentes de Corso “le tira caña” a las situaciones políticas y sociales de España. También se refiere de lleno las primaveras árabes y las olas migratorias desde Oriente Medio a Europa, resumidas en una serie de columnas tituladas sobre moros y cristianos.
Entre la ciencia ficción a destacar sería una recopilación de cuentos de Ted Chiang, un escritor norteamericano autor de la historia que inspira la película Arrival de Denis Villeneuve. La historia de tu vida (2002) da nombre al cuento y al libro que recopila otras historias. Otro libro leído de aire futurista es Sumisión (2015) de Michel Houellebecq, un autor al que creía tan inaccesible de leer como de pronunciar su nombre. Sin embargo su libro resultó muy cómodo, quizá por andar familiarizado con algunos temas que detallan sus personajes. Se comprende entonces la fama de polémico del francés, un crítico de los intelectuales referentes del Mayo 68 y otras incorrecciones políticas. Es el caso de su novela recrea las consecuencias de una Francia gobernada por un partido islámico luego de vencer a Marie Le Pen en segunda ronda.
Comencé a leer Los peces de la amargura (2006) tras una infructuosa lectura de una novela de esas en la que el actor, más que contar algo, se empeña demostrar que sabe escribir. No hay muchas pretensiones narrativas en los cuentos de Fernando Aramburu, pero si hay un afán honesto en describir sin dramatismos los efectos del terrorismo de ETA en la sociedad vasca al norte de España. Politiquería aparte, sus cuentos irradian mucha humanidad.
Aún pendiente Pedro Páramo leí de Juan Rulfo El llano en llamas (1955), relatos que evocan la dura ruralidad mexicana. Pueblos de adobe y teja, desiertos, gente con moral propia y más. Una escritura sofisticada empeñada en contar algo. Siguiendo con textos costumbristas también leí dos libros de Abel Pacheco: Más debajo de la piel (1972) y La tolvanera (1984). Obras de cuento breve que se inspiran en la provincia de Limón donde es originario el autor. Hay tono picaresco, realista, sobrenatural y bastante amargura. Personajes descorazonados y absorbidos por la inevitable modernización de los pueblos. En La tolvanera esa sensación está bien presente.
El 2017 lo recordaré por adentrarme a la obra literaria y periodística de Oriana Fallaci, alguien quien detallara ampliamente por acá. Con la Segunda Guerra Mundial como infancia, la italiana trabajó como corresponsal alrededor del mundo. Estuvo en la primera línea de los acontecimientos, entrevistando a las personalidades más trascendentales de la segunda mitad del siglo XX. Quedan muy vividos libros como Entrevista con la historia (1974), Inshallah (1990) y los intensos ensayos escritos al calor de 11/09/2001. Textos muy críticos con el islam los cuales le emergieron enemigos y no específicamente clérigos o integristas musulmanes. Todavía hay mucho pendiente por leer de ella y en el nuevo año tendrá su espacio.
Resumen
Selección
Arrival (Dennis Villenueve, 2016)
Hell or High Water (David Mackenzie, 2016)
Bleu, Blanc, Rouge ( Krzysztof Kieślowski, 1993–94)
Paterson (Jim Jarmusch, 2016)
Silence (Martin Scorsese, 2016)
Shotgun Stories (Jeff Nichols, 2007)
To Vlemma tou Odyssea –La mirada de Ulises– (Theo Angelopoulos, 1995)
Topio stin omichli –Paisaje en la niebla– (Theo Angelopoulos, 1988)
Wings of Desire (Wim Wenders, 1987)
Cría Cuervos (Carlos Saura, 1976)
Nueve cartas a Berta (Basilio Martín Patino, 1966)
Menciones aparte
Nocturnal Animals (Tom Ford, 2016)
Blade Runner 2049 (Dennis Villenueve, 2017)
Toivon tuolla puolen –El otro lado de la esperanza– (Aki Kaurismäki 2017)
Columbus (Kogonada, 2017)
A Ghost Story (David Lowery, 2017)
Decepciones
Viaje (Paz Fábrega, 2015)
Alatriste (Agustín Díaz-Yañez)
Selección
Rome (HBO 2005–07)
Vikings (History (2013 -) Temporadas 1 & 2.
The Handmaid’s Tale (Hulu, 2017)
Mindhunter (Netflix, 2017)
Mención aparte
Stranger Things (Netflix, 2016- )
Decepción
The OA (Netflix, 2016)
Selección
“Patente de Corso” Arturo Pérez-Reverte, 2012–15 (Columnas de prensa)
“La historia de tu vida” Ted Chiang, 2002 (Cuento).
“Los Peces de la Amargura” Fernando Aramburu, 2006 (Cuento).
“La Tolvanera” Abel Pacheco, 1984 (Cuento).
“El llano en llamas” Juan Rulfo, 1955 (Cuento).
“Entrevista con la historia” Oriana Fallaci, 1974 (Crónica).
“El mundo de ayer” Stefan Sweig, 1942 (Ensayo y Memorias)
Mención aparte
“Sumisión” de Michel Houellebecq, 2015 (Novela).
Decepción
“Melocotones helados” Espido Freire, 1999. (Novela)