Sumario 2019
Terminó el 2019 pasado y no hice mi recuento anual de lecturas, series y películas. Hasta llegar la cuarentena tuve meses ajetreados. Preocupado por mejorar en mi segundo idioma para aspirar a un trabajo que aún no he conseguido. En medio del desempleo y el Coronavirus ahora muchos tenemos tiempo de sobra. Si bien llegamos a un tercio del 2020 nada pierdo con reseñar cómo empleo parte de mi ocio.
Según me resumió mi perfil en Letterboxd vi alrededor de 147 horas en 82 películas. 17 de las cuales ya había visto previamente. Soy más de revisionados y salvo en algún caso en particular no me obsesiona ver estrenos. Letterboxd también me señaló que el cineasta que más vi fue el japonés Shunji Iwai, un director que si bien no figura entre los más memorables de ese país; tiene una filmografía con estilo marcado y poco desdeñable. Ésta puede evocar el Japón más bucólico y colorido, aunque no tiene reparo de ir por los bajos fondos de ese país. Sus protagonistas son en su mayoría chicas ingenuas, a veces marginadas pero audaces a su manera. Love Letter (1995), Swallowtail Butterfly (1996), April Story (1998) o Hanna & Alice (2004) son los que destacaría de los siete filmes que vi de Shunji Iwai. En ésta última década el cineasta continúa activo, por lo que espero seguir hallando más películas de él.
A principios del 2019 me di de alta por primera vez en Netflix. Pagando una semana de suscripción donde conseguí un mes gratuito. Aproveché para ver cintas raras de conseguir por “mis medios habituales”. Algunas hispanoamericanas que me dejaron satisfecho, como La Delgada Línea Amarilla (2015), Tarde para la Ira (2016) o El Ciudadano Ilustre (2016). Aunque no me salvé de auténticos bodrios disque vanguardistas como La Reconquista (2016), que ejemplifica las altas pretensiones y la falta de talento de una parte de la casta artística española. Muy ávida de subvenciones y vehemente en sus denuncias sólo cuando la derecha gobierna en su país. Pero ese es otro tema.
Con la suscripción de Netflix también la aproveché para ver, con fines más históricos, documentales informativos y de propaganda sobre la Segunda Guerra Mundial. Muy motivado tras mirar la mini serie de tres episodio Five Came Back (2017). Donde figuras relevantes de Hollywood como Steven Spielberg, Francis Ford Coppola o Guillermo del Toro analizan el aporte fílmico en la guerra de cineastas clásicos como John Ford, quien estuvo en la Batalla de Midway en el Pacífico y el Desembarco de Normandía. John Huston, presente también en el Pacífico y en el frente italiano; autor de Let There Be Light (1946), una estremecedora película sobre las secuelas psicológicas de los soldados tras la guerra. William Wyler, quien retrató con sus documentales Memphis Belle (1944) y Thunderbolt (1947) las incursiones aéreas la Fuerza Área Norteamericana en Europa. George Stevens, quien fue testigo en primera línea de las atrocidades en el campo de concentración de Dachau tras su liberación y Frank Capra; éste último a la cabeza de ellos y autor de la serie documental Why We Fight.
De forma aleatoria destaco el noir californiano Gemini (2017). High Life (2018), ciencia ficción sin la grandilocuencia optimista de otras con un gran Robert Pattinson, dirigido por Claire Denis. The Night Potter (1974), donde Dirk Bogarde encarna un oficial Nazi en la clandestinidad que se vuelve a encontrar con la cristalina mirada de Charlotte Rampling. Buenos westerns contemporáneos como Hostiles (2017) y Wind River (2017). Otros documentales como Apollo 11 (2019), el cual se vale de video de archivo inédito y Worlds of Ursula K. Leguin (2018), centrado en la obra e influencia literaria de la escritora norteamericana. Cine chino comercial (The Wandering Earth, 2018) y de autor como An Elephant Sittin Still (2018), opera prima y final de cuatro horas del cineasta Hu Bo; quien se suicidó posteriormente. Y así continuaría detallando.
Aunque no me considero entusiasta de las series televisivas, igual termino enganchado con las series de moda como Stranger Things y Game of Thrones, cuyo apresurado final contrasta con la sobriedad de sus primeras temporadas. Me divertí con la estrambótica Rick and Morty. También le entré a Cobra Kai, la continuación de la saga de Karate Kid. Una curiosa relectura donde plantea a Daniel Larusso (Raplh Maccio) como el auténtico bully de la historia, en lugar de Johnny Lawrence (William Zabka) y el contraste que tienen ellos en su vida adulta. El 2019 fue la segunda temporada de The OA, la serie de ciencia ficción de Brit Marling. He de reconocer que cuando se estrenó su primera temporada, en diciembre del 2016, quizá la infravaloré de más por su enfoque un tanto esotérico. No obstante, su mérito quizá es ir a contra corriente con una historia original, ajena a toda presión de la industria. Lamentablemente Netflix cancelaría la producción de su tercera temporada.
Destaco también en cuanto a series la segunda temporada de Mindhunter, cuyos protagonistas continúan entrevistando asesinos en serie (Charles Manson entre ellos), además de lidiar con una serie de asesinatos de niños en Atlanta durante los ochentas y de sus propios problemas familiares. También la mencionada Five Came Back dentro del género bélico está Band of Brothers, una miniserie de diez episodios sobre un regimiento de paracaidistas que tuvo acción en el frente europeo. Un sinfín de caras conocidas figuran entre sus protagonistas y secundarios, que destacaron en su reparto a principios de los 2000. La serie alemana Dark, un buen compendio de intrigas y paradojas temporales que nos enganchó a muchos en sus dos temporadas. Dark finalizará con su tercera, con el rodaje finalizado hace varios meses y a la espera de saber su fecha de estreno. Chernobyl fue la joya de la corona televisiva este año, que salvó a HBO tras el decepcionante cierre de Game of Thrones. Detallé bastante sobre ella el año pasado.
Contrario a 2018, el año pasado fue prolífico y variado en lecturas. En enero debuté con Vasili Grossman leyendo Todo fluye, una enternecedora obra que hace recuento de los años del estalinismo y en acontecimientos infames como la hambruna ucraniana. La cual ocasionó de alrededor cuatro millones de muertes. Una estimación que puede subir o bajar, según al bando que se pregunte. También empecé el año con literatura argentina contemporánea, leyendo a Selva Almada y los dos libros de cuentos de Mariana Enríquez (Las cosas que dejamos en el fuego y Los peligros de fumar en la cama). Ella me ha reconciliado con un género al que le tuve mucho aprecio, pero del que me había distanciado: el terror. En el caso de Mariana Enríquez se trata de un terror más contemporáneo, que también es denuncia social. Recomendado por un amigo volví a leer terror clásico con El Wendigo de Algernon Blackwood, una novela corta inspirada en el folclore norteamericano durante la colonización del oeste.
Caído en una repentina nostalgia, hice algunas relecturas de libros que me devoraba una y otra vez en mi época de escolar y colegial. La célebre trilogía de Pantalones Cortos escrita por Lara Ríos. Envejeció bien conmigo salvo el último libro (Pantalones Largos); que ahora me pareció absurdamente moralista. De la autora también releí Mo, del cual se inspira en la cultura Cabecar e ilustrado de forma soberbia por Vicky Ramos. El Principito y Cocorí son libros infantiles que suelen despertar absurdos debates, pero no por eso me privé de volverlos a leer. Desde que los leí por primera vez en la escuela siempre me llamó la atención que sus personajes tuvieran en común la obsesión por una rosa. De la travesía que emprenden para encontrar respuestas sobre lo efímero de la existencia. Pese a tratarse de obras en apariencia infantiles, creo que resultan más profundas y trascendentales que otras que pretenden sin éxito ser más serias. Seguido por la nostalgia también releí nuevamente cinco de los siete libros de la saga Harry Potter, de la cual me gustaría completar la relectura para detallar sobre ella posteriormente.
En otro ámbito continué el año leyendo también a escritores como Stefan Zweig, Eduardo Halfon o Svetlana Alexievich. De ella leí Voces de Chernóbil y Los Muchachos de Zinc, dos obras tan magistrales como descorazonadoras. Mencionar que parte del año pasado estudié inglés de forma intensiva. En el curso que llevé leímos The Curious Incidento of the Dog in the Night Time de Mark Haddon, una peculiar obra sobre un niño con Asperger que emprende una investigación sobre el asesinato de un perro. Aunque se termina enterando de otros asuntos más sórdidos. Terminé el año leyendo lo último del costarricense Fabián Coto (El Conejo de la Quebrada) y Escenario de Guerra de la chilena Andrea Jeftanovic. Empecé al 2020 con las lecturas empezadas semanas atrás de Mujercitas de Louise May Alcott, que de paso también es una relectura que nutrí mirando las cuatro adaptaciones al cine de la obra y más una mini serie de 2017. Además de Vida y Destino, la obra más conocida de Vasili Grossman ambientada en la Segunda Guerra Mundial. Extensa y épica como todo clásico ruso.
Quizá para el sumario del 2020 será conveniente que lo vaya empezando a escribir desde ahora. Pues aún si finalmente encuentre trabajo es mejor seguir encontrando refugio y consuelo en la ficción, la historia o el pensamiento. No importa cómo nos llegue expresada. Si alguna lección nos debe dar este confinamiento es en recurrir a quienes han pasado por épocas difíciles y han dejado testimonio de eso. En lugar de esos narcisistas que pululan en nuestras redes. Igual que los sabelotodos que van de Nostradamus apelando al cinismo fácil o a su dogma ideológico. Yo espero seguir encontrando consuelo y abrigo con la música de Steven Wilson o Víctor Jara, el cine de Malick o Tarkovsky y en los cuentos de Carlos Salazar Herrera. Junto al resto de artistas y obras que les hace camada tanto en mi estante como en mi disco duro.
RESUMEN
SERIES
Band of Brothers (HBO, 2001)
Five Came Back (Netflix, 2017)
Chernobyl (HBO, 2019)
Dark (Netflix, 2017 — )
Mindhunter — Temporada 2 (Netflix, 2017 — )
Mención:
The OA — Part II (Netflix, 2016–19)
Decepción:
Game of Thrones — Temporada 8 (HBO, 2011–19)
LIBROS
Todo fluye de Vasili Grossman
Los peligros de fumar en la cama de Mariana Enriquez
Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enriquez
Pedro Arnaez de José Marín Cañas
El Wendigo de Algernon Blackwood
Voces de Chernóbil de Svetlana Alexievich
The Curious Incident of the Dog in the Night-Time de Mark Haddon
El conejo de la quebrada de Fabián Coto
Mención:
Cocorí de Joaquín Gutiérrez (Relectura)
Decepción:
Pantalones largos de Lara Ríos (Relectura)
Lecturas abandonadas:
Un hombre de Oriana Fallaci
Algo supuestamente divertido que nunca volveré hacer de David Foster Wallace
De la Tierra a la Luna de Julio Verne
Kim de Rudyard Kipling (Lectura en inglés)
PELICULAS
Tarde para la ira (2016)
La delgada línea amarilla (2015)
El ciudadano ilustre (2016)
Hostiles (2017)
Wind River (2017)
Wonderstruck (2017)
The Conformist (1970)
First Man (2018)
High Life (2018)
Dà Xiàng Xí Dì Ér zuò (Un elefante sentado y quieto, 2018)
Apollo 11 (2019)
Blinded by the light (2019)
The Night Porter (1974)
Menciones:
Let there be light (1946)
Gemini (2017)
Creative Control (2015)
La filmografía Shunji Iwai
Ad Astra (2019)
Joker (2019)
The Art of Self-Defense (2019)
Decepción:
Last Tango in Paris (1972)