Librero a mano — setiembre y octubre 2017
Plancton (2015) es un libro de relatos breves escrito por Sergio Arroyo, un autor costarricense radicado en México. También es crítico y editor literario. Su compendio de micro relatos desarrolla entornos cotidianos más o menos conocidos en otras obras. Situaciones aparentemente absurdas que suelen dejar finales abiertos, donde el lector distraído suele devolverse unas líneas para captar la ironía. El libro está dividido en cuatro partes que abordan por lo general al ser urbano y al cambio que se ve sometido por la tecnología, entre otros casos particulares. En otro formato más largo estas historias serían menos digeribles. Ayuda también que Sergio Arroyo parece ser de los escritores que no tratan de no dar mucha vuelta con el lenguaje.
Pendiente desde mitad de año se finalizó la lectura de Inshallah de Oriana Fallaci, de 818 páginas (digitales). Como se detalló en una entrada pasada Inshallah ambienta su historia en la guerra del Líbano durante la década de 1980, centrada en la figura de varios soldados italianos. A pesar de abarcar una línea temporal de tres meses, el libro es un amplio compendio de vivencias que no se limitan a un bando o geografía. La italiana ensambla con maestría ese numeroso rompecabezas, del cual fue testigo en primera línea como corresponsal. Antes de su trilogía de ensayos post 9/11/2001, Oriana Fallaci critica a través de sus personajes los detalles cuestionables del mundo musulmán. Un entorno con marcadas disputas que van más allá de la etnia, religión o política. En esos señalamientos predomina más el desencanto que la vehemencia vista en La rabia y el orgullo.
El mundo de ayer son las memorias de Stefan Zweig, uno de los escritores más influyentes del siglo XX; al menos en su primera mitad. Nació en Viena en 1881, cuando Austria formaba parte del imperio de los Habsburgo. Al principio resulta un libro con un aire bastante aristocrático que no suele despertar gran interés, aunque luego no resulta así cuando los acontecimientos toman su curso. Zweig tuvo una formación intelectual de primer mundo, teniendo oportunidad de conocer a la gente más influyente de su época. Más que sus memorias El mundo de ayer es una radiografía de Europa antes, durante y después de la Primera Guerra Mundial. Remembranzas de un mundo idílico donde predominaba la razón, que por la incertidumbre fue enviciándose poco a poco hacia los “ismos” y las nefastas consecuencias que depararon. Una obra con valiosas lecciones para el presente. El libro fue publicado en 1942, año en que Stefan Zweig se suicida exiliado en Brasil.
Tony Judt (1948–2010) fue un historiador británico. Judío al igual que Zweig. Si el autor austriaco hace crónica de los acontecimientos de en la primera mitad de siglo XX, Tony Judt lo hace posterior a la Segunda Guerra Mundial, en gran parte por su obra Posguerra; una de sus más conocidas. El refugio de la memoria (2010) lo escribió cuando comenzó a padecer una enfermedad degenerativa. Es un repaso ameno de la segunda mitad del siglo casi a modo de autobiografía, que parte de su visión como británico con identidad judía. Evidente contraste comparar la bonanza durante la juventud de Zweig respecto a los años de austeridad que vivió Judt en su infancia tras la guerra. Probablemente se sienta que El mundo de ayer va más por delante a El refugio de la memoria, pero leerlos seguidos resulta un particular complemento por abarcar amplia línea de tiempo.
