Black Mirror

Esa televisión. Y su aterradora pantalla negra.(1)
Black Mirror es una serie de trece episodios en tres temporadas, donde cada capítulo maneja historia y personajes autónomos uno del otro. Escrita por el prolífico guionista y productor Charlie Brooker. La primera emisión de tres capítulos fue en 2011. The National Anthem sobre un chantaje político masificado por Internet y medios tradicionales. Fifteen Millions Merits ilustra una especie de rutina totalitaria donde la única salida es pedalear para acumular créditos y seguir existiendo. En The Entire History of You está la capacidad de grabar el día a día personal y reproducirlo al antojo, aún si con eso pueda agravar los problemas en un matrimonio.
A pesar de transmitirse en TV pública la serie comenzó a ganar nombre. A comienzos del 2013 salieron Be Right Back que divaga la pesadilla de replicar personas fallecidas mediante inteligencia artificial. La vibrante White Bear mantiene la duda en el personaje y espectador en casi todo el episodio, con una particular justicia punitiva. The Waldo Moment suelta un personaje animado que busca ridiculizar a los políticos, subiendo la sátira a otro nivel enfrentándoseles en unas elecciones. En diciembre de 2014 emiten un memorable episodio llamado White Christmas, un poco más largo de lo habitual que involucra varias historias dentro de una.

La tercera temporada se estrenaría formalmente en 2016 bajo la plataforma de Netflix. Siempre con Charlie Brooker como guionista producen seis capítulos en vez de tres. Siempre llamativos en sus temas distópicos o utópicos (Nosedive), aunque se echa algo de menos el tono británico de las primeras temporadas. Destacar San Junipero, quizá el capítulo más “optimista” de la serie que se atreve un poco a mirar al pasado. Shut Up and Dance es la versión más cruel de Black Mirror hacia sus personajes. Mantiene acento inglés, al igual que el último y más extenso Hated in the Nation. Trama policial que involucra linchamientos en redes sociales y colmenas de abejas-drones que comienzan a operar de forma errática.
Black Mirror resulta una televisión tan fascinante como perturbadora. Es un poco más de la ciencia ficción habitual que dibuja al ser humano, sus comportamientos y las potenciales implicaciones con la tecnología. Se puede enmarcar junto a las clásicas distopías británicas contadas por George Orwell y Aldous Huxley. Crítica social y satírica de acento futurista con evidentes guiños al presente de la era del smarphone .